Cuando vuelva tú
amanecer será el mío
yo saldré de mi
crisálida y tu ya habrás florecido
tu que fuiste mi
alimento, dulce madre amada mía
tu que me diste lamento también luz y
la alegría
tu razón de mis pesares y razón de
mis anhelos
la primavera de nuevo a tu seno ha de
traerme
con las aves aquel día no me marche para siempre
cuando escuche de tu hormigo en mi
propio pensamiento
cuando oiga de tus aves en las ráfagas
del viento
cuando recuerde tu gente en las
sonrisas extrañas
cuando el calor de la hoguera me
recuerde tus entrañas
anhelante mi
espíritu me sacara del exilio
y volverá con el
viento a tu eterna primavera
y a tus aguas mis
cenizas desde el día en que yo muera
No hay comentarios:
Publicar un comentario