Que Hace Falta en Guatemala

Hace algunos días luego de los terribles desastres que asolaron Japón (cuyos terribles resultados los valientes ciudadanos de dicho archipiélago aún intentan palear) una imagen fue mostrada en la Televisión Taiwanesa, la imagen mostraba una ordenada fila de ciudadanos que esperaba su turno para recoger víveres en un centro de atención a damnificados. Lo impresionante de la imagen (por lo demás típica en un área post-desastre) era que no había ningún personal repartiendo los insumos (el personal militar y voluntario se encontraba trabajando en su totalidad en la atención a víctimas rescatadas de entre los escombros) eran los propios ciudadanos quienes auto-regulaban su conducta y tomaban solo lo necesario del almacén con plena conciencia de que cualquier exceso significaría que no habrían insumos y víveres suficientes para los demás.

Tomo este ejemplo de los ciudadanos japoneses simplemente para hacer una breve comparación con la situación que vive nuestro país, alguno de mis libros de texto define como integridad la facultad del individuo de permanecer consecuente con sus valores aún en medio de una situación en la que pudiera obtener un provecho o bien evitar un resultado no deseado torciendo los mismos.

Creo que lo que en Guatemala necesitamos es precisamente cultivar esta virtud, es espeluznante como un relativismo grosero se ha vuelto la máxima en nuestro país y que el propio presidente haga gala de este relativismo en televisión internacional (entrevista con Joaquín López Dóriga en Noticiero Televisa) http://tvolucion.esmas.com/noticieros/noticiero-con-joaquin-lopez-doriga/102250/lvaro-colom-habla-divorcio.

Nuestro presidente (representante de la unidad nacional) con la mayor frescura admite que se divorcia para jugar la vuelta a una prohibición constitucional, luego al ser increpado “¿señor presidente es verdad que hace un año usted declaró que sería inmoral divorciarse para que su esposa lanzará su candidatura?” también con la mayor frescura responde, “si declaré eso hace un año pero la situación ha cambiado”.

La triste conclusión es ni más ni menos que el criterio que nuestro presidente utiliza para evaluar la moralidad o no de un determinado acto es simplemente si dicho acto se alinea o no con sus intereses personales (o bien familiares), algo de qué preocuparse tomando en cuenta que en su persona están envestidas facultadas que lo colocan repetidamente en posición de actuar en provecho propio o de la nación.

En la misma entrevista afirma “La candidatura de mi esposa es una condición inevitable para mantener la gobernabilidad del país”, aquí es donde me parece el vaso rebalsa y es que en la opinión de un servidor, la condición indispensable para la gobernabilidad de cualquier país (y esto lo sabe cualquier estudiante de primer semestre en la facultad de ciencias políticas o de derecho) es el respeto a la ley, Guatemala es ingobernable a causa de un relativismo egoísta que hace que el policía ponga la recepción de un soborno antes que su obligación de hacer cumplir la ley con la excusa de que su salario es muy bajo, que el oficial de tribunales únicamente de trámite a los expedientes cuando el bufete que los ha presentado mantiene bien aceitada su relación con el juzgado a través de regalos y atenciones con la excusa también de que su sueldo no alcanza, que el empresario emplee una contabilidad creativa para evitar tributos ya que el gobierno se roba los impuestos, que muchos de nosotros nos hayamos escudado alguna vez en el tráfico para justificar nuestra llegada tardía a nuestras labores porque todos lo hacen, o que por pereza algunos tiren basura en la vía pública o bien crucen una calle por el medio de la calzada y no por el paso de cebra o pasarela como el reglamento de tránsito manda solo para evitarse la molestia de buscar un bote de basura o caminar hacia el lugar designado.

¿Qué hace falta en Guatemala entonces?, Integridad, quizá no podamos evitar que se juegue con nuestras leyes en las altas esferas, quizá no podamos evitar que los funcionarios públicos honren muy poco su profesión, quizá no podamos evitar tener un presidente que confiesa por televisión haber presentado un expediente judicial de divorcio con el solo propósito de burlar nuestra constitución, quizá no podamos evitar que lo suceda incluso un@ peor (de veras espero que podamos evitar esto último), lo único que podemos evitar es que nuestro país se siga desangrando en este relativismo, obedezcamos nuestro compromisos, obedezcamos la ley porque es la ley y no porque nos traiga o no una carga o un provecho, compatriotas seamos íntegros.

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